– Seguramente desconocemos la arcana información que poseen los diputados opositores que apoyaron la designación del Comité de Postulaciones Electorales para el CNE; porque es difícil comprender las razones que tuvieron quienes se supone constituyen la alternativa a la loquera chavista, para validar las organizaciones postulantes, cuyas denominaciones evidencian que todas, excepto una, son el régimen mismo.
– Sus nombres las delatan: socialistas, ecosocialistas (?), la “Araña Feminista” -autodefinida como “red de colectivos e individualidades feministas socialistas revolucionarias”-, un consejo “comunal” -a sabiendas de la fragilidad legal de la Comuna como institución-, o la pemona Capitanía General sector 7 Ikabarú; y la tapa del frasco: las organizaciones afrodescendientes, de corte claramente racista, en un país cuya mezcla de tipos de sangre y de culturas, nadie había discutido en más de un siglo, hasta que el extinto barinés, socialmente muy resentido, desahogó su complejo, creando ese tinglado que nos confirma que con tanta gente poseída por cucarachas jugando dominó en sus cerebros, opositores incluidos, la tarea de reconstrucción nacional será casi imposible.
– Imaginemos ahora la sinergia entre esos 10 designados y los 11 diputados del resto del comité, de clara mayoría oficialista, complementada con alguien de “copeyanidad” nada creíble, como Morel Rodríguez, o el “opositor” Juan Carlos Caldera, ¿lo recuerdan?, el del vergonzante video de hace un par de años…¿Qué se puede esperar de todos ellos?
– La oposición, pues, contribuyó con su voto en la Asamblea Nacional, a darle solidez a esos 2/3 requeridos para esos nombramientos. ¿En qué estaban pensando?, ¿tal vez en que con su aporte los postulados iban a ser más equilibrados para seleccionar los candidatos a llenar las vacantes del CNE? ¿Es que acaso no se dan cuenta de que los están llevando al matadero electoral al no saber diferenciar entre no participar en las elecciones –el error cometido a inicios de siglo- y no participar en la designación del árbitro electoral que bajo este régimen jamás será imparcial?
– Seguramente, dirán, que eso se iba a aprobar aun sin sus votos. ¡Pero es que de eso se trata!: de no apoyar loqueras, y menos sabiendo que esa gente jamás será equilibrada.
– Es un arcano secreto, sin duda, lo que guardan los diputados opositores, porque de no ser así ¿cómo no sospechar de conchupancia, o ingenuidad, o torpeza, o autoengaño de que no habrá –ni ha habido- fraude electoral alguno?, ¿o será que ya se sienten lo suficientemente cómodos en sus respectivos curules, como para ver lo que les rodea con esa engañosa magnanimidad nacida de la autocomplacencia, y que les hace soñar con la victoria y reelección, a cuenta de que por ahora Maduro está hundido en las encuestas?
– Mal andan pues, si creen que un régimen, por ser impopular, pierde elecciones, menos sin un trabajo opositor de zapa y sacrificio y una presión comunitaria e internacional que por lo menos frene las acciones de fraude más descaradas; pero ellos, ahora son copartícipes de ese pecado original con que se inicia el proceso de escogencia del árbitro electoral.
– Y cuando les venga la sorpresita de los resultados electorales, ni siquiera podrán cuestionar un proceso que ellos mismos, de partida, cohonestaron.
Solo queda esperar que este razonamiento esté equivocado.
Hermann Alvino
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